Adolfo y Eva

Un amor controvertido...


Por Laura María Jaramillo Palacio (Colombia)

Pese a este ser un amor controvertido, sobre todo por la situación social que corresponde,  no se puede desconocer que este fue un romance bastante controvertido.  Estos  fueron los amantes más famosos del nazismo, acabaron quitándose la vida un 30 de abril de 1945 en el último reducto nacionalsocialista de Berlín, el búnker del Führer, tras morder una cápsula con cianuro y dispararse en la cabeza. Es paradójico que tan sólo una placa, puesta hace escasos años, recuerda donde se hallaba el lugar en el que Adolf Hitler y Eva Braun vivieron sus últimas semanas con vida ante el acoso del ejército soviético. El búnker, hoy derribado, se ha convertido de esta forma en un ataúd de cemento que guarda el amor del líder nazi y su esposa, unidos para siempre en la vida y en la muerte.


Braun conoció a Hitler una tarde de 1929 mientras trabajaba, todo se sucedió cuando la joven estaba archivando unos papeles subida en una escalera. En ese momento hizo su aparición  Adolf, un «señor de cierta edad con un gracioso bigotillo», según cuenta la propia Eva en una carta enviada a un familiar. Curiosamente, su amigo le presentaría ante la joven como «el señor Wolf».
Al parecer, el ya por entonces líder del partido nazi –un grupo extremista que, tras varios años, comenzaba a salir de la decadencia-, se encaprichó de ella, lo que provocó que organizara todo tipo de encuentros furtivos. Finalmente, pocos años antes de convertirse en el líder de Alemania, Hitler formalizó su relación con Braun.


Hittler no solo era amado y deseado por jóvenes alemanas, sino por mujeres maduras y adineradas...

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